A primera vista, los ciudadanos pueden parecer orgullosos y altivos, pero en realidad son bastante amables y muy hospitalarios a los turistas. Los ciudadanos de Innsbruck son corteses y afables, ellos muy raras veces suben el tono de la voz y demuestran sus emociones( por eso pueden parecer severos). Al mismo tiempo, el vecindario es muy comunicativo y le gusta mucho divertirse. Su mejor pasatiempo es descanso en grande companía en uno de los bares de la ciudad, donde se puede beber un par de jarros de cerveza y contar a sus amigos los chistes preferidos. En la ciudad existe tal concepto como “la distancia social”: si Usted quiere preguntar algo o conversar con cualquier ciudadano, debe respetar la distancia que equivale a mano extendida. La posición más cercana durante la conversación se considera el traspaso del espacio individual. Al encontrarse los ciudadanos de Innsbruck se saludan con el apretón de manos, que dura unos segundos. Los mejores amigos y familiares pueden intercambiarse de un beso en la mejilla. Durante el conocimiento con los ciudadanos hay que mirarles a los ojos, la mirada vaga se considera la señal de menosprecio. Al mismo tiempo, la mirada no debe ser fija. Durante el conocimiento hay que indicar su nombre completo. La fiesta nacional preferida de los ciudadanos sigue siendo el Día de la República (National Day in Austria),que se celebra anualmente el 26 de octubre. Este día festivo se organiza una masa de interesantes actividades,
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