La ciudad es rica en complejos históricos y conjuntos arquitectónicos, que van atrayendo a los viajeros. De los siglos pasados quedan templos antiguos y tumbas, muchas de las cuales fueron construidas durante el dominio del Imperio Romano. Uno de los edificios únicos es el Mausoleo de Galla Plácido, donde se han conservado los mosaicos más antiguos de Rávena, que se consideran un monumento del arte valiosísimo. Una de las iglesias más bellas es la Basílica de San Vital, cuya construcción se llevó a cabo a mediados del siglo 6. La fachada de la basílica está decorada con hermoso tallado, adornado con oro, y en el interior las paredes y el suelo están cubiertos con unos mosaicos exquisitos. La forma misma de la construcción también es muy singular, la basílica es de forma octogonal, mientras que la forma más común sigue siendo un cuadrilátero. La Basílica de San Apolinar Nuova, construida en el siglo siete no es menos magnífica. No es sin razón que Rávena es conocida como la ciudad de los mosaicos, ya que esta basílica también está decorada con espléndidas imágenes de piezas de mármol de colores. Más de dos decenas de episodios de mosaicos muestran escenas de la vida de Jesucristo, aquí uno puede ver imágenes de santos y ángeles. Usted definitivamente tiene que visitar la Iglesia de Spirito Santo, que además de una decoración rica y fachada hermosa se destaca por el jardín que la rodea, donde uno puede pasearse y disfrutar del
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