Es una ciudad muy hermosa y peculiar, situada a orillas del río Mein, una de las más ecológicas del país, porque toda la parte sureña está ocupada por bosques. Fue mencionada por primera vez en Offenbach en el año 977, era un asentamiento muy pequeño que se consideraba el suburbio de Frankfurt. Los magnates de Frankfurt construían aquí villas y mansiones, más tarde abrieron unas curtidurías. Los artículos eran únicos y de tan buena calidad que su fama se extendió fuera de los límites del estado. Actualmente la ciudad cuenta con unas curtidurías, cada año se organizan ferias y ventas, para las que llegan miles de turistas. Pese a que Offenbach sigue siendo un centro industrial bastante considerable, esto no le impide sorprender a todos con su belleza extraordinaria. En las calles se puede ver múltiples edificios hermosos, la mayor parte de los cuales fueron construidos hace ya tres siglos. Se puede admirar eternamente estos preciosos monumentos de arquitectura. Hay muestras impecables del estilo renacentista y unas mansiones del moderno. Uno de los edificios más conocidos es el palacio de Isenburg, construido en el siglo XVI. Hoy aquí está abierto un instituto, donde enseñan a los futuros diseñadores. Es bastante curioso que no todos estos edificios tan admirables tengan una predestinación de importancia. La gran parte son unas simples viviendas que se elevaban hace 200-350 años y cuidan la memoria de los eventos anteriores, las hay muchas
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