La ciudad es un importante centro de educación y cultura, con un ambiente único de confort y hospitalidad, así como por su toque sutil e incomparable de lo romano. Lo primero que Vd. verá al entrar a la ciudad, será estatuas de emperadores romanos, que nos recuerdan sobre el nacimiento de la ciudad, cuando comenzaron a instalarse los primeros colonos de Roma. Ninguna otra ciudad en Francia puede jactarse con herencia tan rica de la antigüedad. En la parte central de la ciudad hay una Arena grande, que fue construida hace 2000 años. Hoy en día, aquí se ponen en escena obras de teatro, y a veces tienen lugar conciertos y otros eventos culturales. El anfiteatro se convirtió en un icono singular de Nimes, que efectivamente tiene un aspecto singular y se parece más al Coliseo, que a un monumento antiguo de una de las ciudades de Francia. Hay que empezar a visitar las atracciones de la ciudad con el Jardín de Fuentes. Una vez en esta área fue hallado un manantial de agua dulce, que era la fuente principal de la ciudad. Y hoy en día, en el lugar de la fuente se extiende un parque espacioso, donde uno puede ver las fuentes de formas y diseños más insólitos. Cerca del jardín está un importante edificio - el Templo de Diana. En la Edad Media el edificio fue convertido en iglesia, y luego fue muy dañada durante las guerras. En una de las colinas se sitúa la majestuosa Torre Magna, en cuya cima hay un mirador. Según una de las versiones, la torre fue
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