La ciudad se sitúa en el corazón de Alemania, atrae a los viajeros con sus curiosidades, palacios antiguos y parques amplios, diversos museos y una gran variedad de rutas turísticas. En este territorio se ubican tres fortalezas antiguas, cada cual está rodeada por una suntuosa zona de parques. Lo más renombrado de aquí es el conjunto de palacio y parques Wilhelmshöe, precisamente aquí se sitúa el símbolo constante de la ciudad – la estatua de Hércules. Aquí podrá ver fuentes preciosas, múltiples templos y unas ruinas de la “aldea china”. Sin embargo, la estructura arquitectónica principal es el palacio Wilhelmshöe. Sus salas están equipadas y adornadas en los estilos más diversos, parecen unas cámaras reales, embellecidas con muebles valiosos y pinturas a mano. El castillo Löwenburg es una muestra auténtica del estilo neogótico, fue construida a finales del siglo XVIII. El mobiliario de sus salas es de las mejores tradiciones de la Edad Media, aquí hay muebles únicos, estatuas de bronce, unas habitaciones de juego y vitrales fascinantes. El parque Karlsruhe es no menos atractivo, el castillo del mismo nombre fue elevado en el año 1701. Allí fue inaugurado el único en aquellos tiempos invernáculo, predestinado para cultivar naranjos. El principal centro de exposiciones se considera el museo Friederizianum, donde se organizan diversos eventos culturales. Asimismo Ud. tiene la oportunidad de visitar el museo de los hermanos Grimm donde le
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