Es un centro cultural muy conocido y un balneario lleno cosas bellas y curiosas. Izmir se extiende a lo largo de la zona costera, rodeado por todas partes por unas montañas altas, cubiertas de bosques antiguos. Aquí hay una gran variedad de curiosidades: museos, teatros etc., así que aparte del reposo en una playa se podrá participar en algún evento cultural. El hallazgo arqueológico de más valor es el templo de Atena, encontrado en el distrito Barakla. Alrededor de él hallaron unos muros fortificados, que rodeaban la ciudad jónica. Datan de los siglos IX-VII A.C., todas las muestras fueron trasladadas al museo arqueológico, donde ahora se puede ver ollería, joyas y loza de barro. Los aficionados a la historia tendrían que emprender un viaje a la montaña Kadifekale, donde se encuentran las ruinas del castillo, construido en los tiempos de Alejandro Magno. Delante del palacio equiparon un patio bastante vasto, desde allí se puede ver los paisajes montañosos y el golfo azul. La otra construcción de la época de Alejandro Magno – la plaza de mercado que se llama Agora. Sufrió mucho durante un terremoto, pero fue restaurada y hasta hoy día está excelentemente preservada. Los monumentos de los tiempos del Imperio Romano son las conducciones de agua Esildere y Sirinier, las cuales atraviesan el río Meles. Entre obras religiosas hay que señalar la Iglesia de San Policarpo del siglo XIV que fue reconstruida en el año 1620. Muchas leyendas e historias
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