Briançon es una ciudad antigua con una historia rica, las primeras crónicas datan del siglo 8 A.D. Desde sus primeros días la ciudad desempeñaba le función de una base militar potente, hasta hoy en días en sus alrededores se han conservado siete fortalezas potentes, que se alzan orgullosamente en las pendientes de los Alpes. Las fortalezas se unían entre si por medio de galerías subterráneas, lo que hacía la ciudad aun más inconquistable. Durante mucho tiempo Briançon conservaba su independencia y sólo en 1349 fue unido oficialmente al territorio de Francia. Uno de los principales lugares de interés de la ciudad es el puente entre dos ríos de montaña Guisane y Durance. Fue construido en 1722 y consiste de un arco que mide 56 metros de altura, y la longitud de su ojo es de 40 metros. Es una construcción arquitectónica verdaderamente única, en el mundo no hay nada parecido. El lugar de interés histórico más importante de la ciudad es una fortificación más, la ciudadela antigua. La Ciudadela está rodeada de estrechas calles acogedoras, paseándose por las cuales uno puede ver una multitud de edificios hermosos, casas singulares e iglesias. Actualmente Briançon tiene fama de un balneario popular de esquís de montaña. El sitio más visitado es el Serre Chevalier. Los turistas llegan al inicio de las pistas de esquís en funiculares, situados en el territorio de los hoteles más grandes. Aquí hay pistas tanto para los principiantes como para
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