La ciudad se ubica en el sur del país, no lejos de la provincia del Brabant del Norte. Tilburg fue mencionado por primera vez en el año 709, era un pequeño asentamiento de agricultura, cuyo desarrollo empezó después de la construcción de una torre fortificada en el siglo XV. La ciudad fue cercada de un muro de piedra, aparecieron las primeras construcciones de gran tamaño. En el año 1809 Tilburg recibió el estatus de ciudad y cien años después en su territorio abrieron la primera fábrica, donde se producía una hilatura de alta calidad. A finales del siglo XIX había ya más de ciento cincuenta fábricas así, por esto la ciudad empezaron a llamarla “provincia de lana”.
Actualmente es un centro científico y educativo, la universidad internacional de Tilburg se conoce mucho fuera del país, aquí estudian extranjeros en su mayoría. Debido a gran cantidad de jóvenes, enseguida aparecieron clubs nocturnos, restaurantes y pubs, se abrieron varios complejos deportivos, pistas de tenis, campos de golf. La gran parte de la población de este lugar va a pie o en bici, las callejuelas acogedoras y parques vastos van muy bien para tranquilos paseos a pie. Una de las curiosidades antiguas más importantes es el cuartel de jinetes, edificado a mediados del siglo XIX. Al lado está el magnífico palacio, donde ahora está instalado el Municipio. Uno sin falta tiene que visitar el museo de textil, el museo de la naturaleza de Brabant, y el del arte moderno. A lo largo de todo el año en Tilburg tienen lugar varios eventos: el festival de ajedrez, el festival de música Mundial, el de la cultura independiente ZXZW y la feria que dura más de diez días. La ciudad no dejará fríos a sus huéspedes, el descanso aquí es variado y divertido.
Tilburg puede presumir de un hermoso zoológico cuyos principales visitantes son turistas y locales con niños. El zoológico fue fundado en 1932. La historia de su aparición está vinculada al nombre del famoso científico holandés Johan Burgers. Le regaló a su hija y a su esposa un regalo de boda. Sin embargo, los nuevos dueños no lo disfrutaron por mucho tiempo. En 1946, vendieron el zoológico a la familia Van Dyke, que expandió significativamente su territorio y trajo nuevos animales. Hoy en día, los visitantes pueden ver docenas de especies de animales de diferentes partes del mundo.
Entre los edificios históricos conservados en la ciudad, destaca la antigua Capilla Hasselt. Es bastante pequeño, está hecho de ladrillo rojo y tiene un hermoso diseño interior. Su principal valor es una elegante estatua de la Virgen María. La capilla limita con un pintoresco parque. Cada año en mayo, un mercado tradicional se abre cerca.
Heikese Kerk es un monumento arquitectónico de tamaño más impresionante. Consiguió preservar su aspecto original. La torre alta de la iglesia proporciona una excelente orientación para los turistas. Las exquisitas rosetas, las esculturas que representan santos y los muebles antiguos son de gran valor histórico. No hace mucho tiempo, la iglesia fue completamente reformada. Los trabajadores lograron restaurar muchos de sus elementos de diseño originales.