Es una de las ciudades más antiguas en la costa de Algarve. Bajo el dominio de los fenicios y griegos antiguos la ciudad de Portimao ya se conocía como un puerto muy considerable, más tarde se hizo la base de piratas, en la que guardaban su contrabando. A finales del siglo XIX se hizo el centro de pesca, donde construyeron varias fábricas de conservas, las cuales proporcionaban la gran parte de ingresos al tesoro público. Las fábricas y usinas funcionaban justo hasta los años ochenta del siglo XX y luego empezó el período recesivo y cuando se terminó, Portimao cambió de ramo y llegó a ser un balneario muy conocido y renombrado. Hoy día sólo un museo abierto en una antigua fábrica trae recuerdos de aquella época industrial. La costa de Portimao es muy pintoresca y está equipada perfectamente para el descanso de sus huéspedes. A los buceadores les alegrará el mar tranquilo, el agua limpia, los visitantes con sus hijos podrán disfrutar de cada día en la playa, porque casi nunca hay tormentas ni oleadas. La ciudad goza de varias curiosidades históricas, la visita de las cuales va a variar el programa del reposo de una manera agradable. En el barrio Alvor se sitúa una antigua iglesia, cuya construcción inició en el siglo XVI, en la región de Armacao de Pera se preserva una pequeña fortaleza, elevada a principios del siglo XVIII. Uno de los barrios más prestigiosos es el Carvoeiro, aquí está construido un suntuoso complejo de villas para los
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