Es una de las ciudades más antiguas de Italia, llena de lugares interesantes que atraen a turistas con sus múltiples rutas de excursiones. Uno puede empezar a conocer la ciudad con la visita del museo municipal, edificado en el siglo XVI. Aquí se preservan colecciones de pintura y escultura. El lienzo más valioso fue pintado por Boticelli, se llama “Nuestra Señora con el niño y Juan Bautista”. En el mismo centro está ubicado uno de los monumentos principales – la catedral de San Antonio. Fue construida en el siglo XII y se hizo el adorno principal de la ciudad. La entrada está decorada con unos preciosos bajorrelieves, el interior es bastante riguroso y oscuro. Los locales están entenebrados, en los nichos están las figuras inmóviles de clérigos. Los conocedores del arte sin dificultad van a definir el estilo de la catedral, su combinación incomparable del románico con el gótico. La parte central de la ciudad está representada por la plaza Piazza dei Cavalli, donde uno puede ver varios monumentos medievales y la obra maestra – el palacio Palazzo Gotico. Plasencia a menudo es llamada la ciudad de cien iglesias. Si uno sale al mirador y echa una ojeada al panorama, descubrirá decenas de torres de las iglesias que se levantan solemnemente entre otras construcciones. Palazzo Farneze es también algo que merece la atención, allí fue abierto un museo. Le contarán sobre el destino de los dueños de este castillo, duques Farneze, que tuvieron un papel
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