La ciudad cuenta con una gran variedad de curiosidades y tradiciones, Osnabruck no va a dejar frío a ningún viajero, que a cada paso le esperan sorpresas y cosas divertidas. Los restos de la muralla circunvecina, el Ayuntamiento y el Castillo traen recuerdos de la historia de esta ciudad. Fueron construidos a mediados del siglo XVII y guardan cuidadosamente la memoria de los eventos más considerables de Osnabruck. En la zona central Ud. podrá pasear por unas callejuelas antiguas que preservan el esplendor de lo romántico de la Edad Media. Aparte de un surtido amplio de museos y teatros, restaurantes, cafeterías y tiendas, la ciudad es famosa por sus festivales y fiestas que se dan aquí casi cada mes. Una de las fiestas favoritas de los ciudadanos es la feria de primavera. Los comerciantes de todo el país se reúnen en Osnabruck, en ninguna otra ciudad encontrará Ud. tanta abundancia de mercancías. Cuando se termina la feria, enseguida llega la llamada semana del mayo. Por doquier se abren cafeterías, tocan los músicos, bailan, la gente se divierte hasta la noche profunda y así todo continúa durante unos siete días. A los gastrónomos les encantará la semana de culinaria, en la cual uno puede probar todos los platos tradicionales más conocidos y manjares que le servirán en las cafeterías al aire libre. La siguiente romería es en otoño, durante la feria otoñal y desde finales de noviembre empieza a funcionar el mercado navideño. Pasando por las
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Los suburbios de Berlín son un lugar interesante, donde los viajeros pueden encontrar muchos lugares inusuales y fascinantes. La ciudad de Potsdam es uno de los lugares de interés más notables allí. En el siglo XVII, la ciudad era la residencia de los reyes prusianos que vivían en el magnífico castillo Schloss Sanssouci. También hay varias hermosas mansiones que recuerdan ese período. Además de su importancia arquitectónica, estos edificios son famosos monumentos históricos.
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