Además de tradicionales cafeterías, clubs nocturnos y discotecas, Maastricht puede ofrecer a sus huéspedes una masa de pasatiempo interesante. Así, en su territorio se encuentra una inmensa cantidad de boutiques de moda, lo que sin duda alegrará a los amantes de shopping. En locales centros comerciales se puede comprar la ropa y perfumería de marcas mundiales. A los turistas gustarán los quioscos de antigüedades, descubrir los cuales se puede en cada calle. En lo que se refiere a los establecimientos nocturnos, los más prestigiosos son los bares In Den Ouden Vogelstruys y Take One, donde a los huéspedes ofrecen bebidas exóticas y tapas. A los aficionados al deporte se recomienda visitar la pista de golf Bakker-bosch. Aquí se puede no sólo disfrutar del maravilloso juego, sino descansar al aire libre. Le encantará el paseo por la ciudad, durante el cual Usted podrá combinar la visita de las curiosidades y la degustación de gollerías en los restaurantes locales. El popular club nocturno es Backstage, que fue inaugurado en el edificio de la fábrica antigua. En el club se puede escuchar la música de diferentes estilos, aquí a menudo se organizan veladas temáticas y retro, que son de gusto no sólo para los turistas, sino los ciudadanos. Además de grande pista de bailes e interesante programa cultural Backstage puede ofrecer un perfecto bar, una sala de juegos con un gran surtido de automatas. Para el descanso en grande companía conviene perfectamente el
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Cuando se trata de monumentos históricos de los Países Bajos, primero se deben mencionar los impresionantes castillos medievales. Hay una leyenda interesante sobre el Castillo de Radbound que se construyó en el siglo XIII para proteger la frontera con Frisia. Durante varios siglos, el castillo fue una instalación irremplazable hasta que una parte de sus torres y muros de protección fueron destruidos en 1578. Las piedras obtenidas de esa manera se utilizaron para construir una presa marina. El castillo de Muiderslot fue construido en 1280 por orden del conde Florice V. En 1609, Pieter Corneliszoon Hooft se convirtió en el propietario del castillo y lo convirtió en un lugar para diversas representaciones teatrales, conciertos y bailes. Una vez una fortaleza severa, el castillo de Muiderslot se convirtió en un lujoso palacio. Hoy en día, las salas del castillo exhiben las colecciones del Museo del Estado. También se recomienda a los viajeros visitar el castillo De Haar, cuyo diseño original recuerda a un palacio bávaro tradicional. Durante su historia centenaria, el castillo fue destruido varias veces, pero cada vez fue cuidadosamente restaurado después. Hoy en día, los visitantes pueden ver el castillo exactamente como fue restaurado por expertos maestros del siglo XVIII.
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