Limoges es la ciudad más calurosa de Francia. Es célebre por sus artículos de cerámica y de porcelanas del siglo XIX, arte aplicado medieval que se basaba en la elaboración de objetos esmaltado en combinación con las sales de los metales (el esmalte), y también por los barriles de roble, que se usan en la producción del coñac. Originalmente fundado por los romanos en el siglo X a.C., Limoges fue convertido paulatinamente en cristianismo por el San Martín en 250. Ya a principios del siglo XIII Limoges era una ciudad bastante grande, cuya parte central consistía de dos fortificaciones unidas entre si por el puente de San Esteban. Una parte, la fortificación representaba la ciudad misma, rodeada de muros a lo largo del río Vienne y otra - el castillo fortificado de la Abadía que fue fundado en el siglo XI. Hoy en día de estas fortificaciones se han conservado sólo las ruinas, que los ciudadanos aprecian como un monumento histórico. Asimismo, la biblioteca conservada de San Martín con 23.000 volúmenes, que funciona a base de la Abadía hoy en día alberga un museo y centro de arte. El principal lugar de interés es la encontrada cerca tumba del santo. Aparte de estos monumentos del pasado en Limoges uno puede visitar el seminario espiritual y su liceo, la escuela de los médicos y los farmacéuticos, la pinacoteca, y también la catedral de granito de San Esteban del siglo XIII con el campanario inclinado y el palacio arzobispal de granito con un jardín
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