Esta pequeña aldea de pescadores se hizo la verdadera “ciudad de diversiones” para turistas. Aquí se puede dar con todo tipo de ocupación, para todos los gustos habrá algo, por esto turistas prefieren Faliraki. Para los amantes del shopping hay una gran variedad de tiendas y butics, donde uno puede obtener recuerdos y artículos hechos a mano. Las playas pintorescas están equipadas perfectamente para practicar deportes de agua, este lugar les encantará a los amantes de la caza submarina, diving y surfing. Además de divertirse en la playa, los viajeros pueden ir a la pista de tenis, jugar al balonvolea o baloncesto, entrenarse en los simuladores en algún centro deportivo moderno. De día el pueblo va muy bien para paseos a pie, no hay gente y las calles están tranquilas y silenciosas, porque la mayoría prefiere estar en la zona playera. Faliraki guarda piadosamente la memoria de la antigüedad, hay unos barrios, construidos entre los siglo XVIII-XIX. Entre curiosidades conviene señalar la iglesia de San Nectario, uno de los edificios más grandes del pueblo. La zona más pintoresca es el Malecón Central, aquí se ubican todas las cafeterías, restaurantes, bares y clubs. Cuando anochece las calles se ponen más animadas, vuelven a la vida, se abren clubs nocturnos y discotecas, por todos lados se iluminan los letreros de neón. Incluso cuando hace una noche profunda se puede ver a la gente pasear, porque la vida aquí no se calma ni por un minuto. Es un
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