Es un balneario playero conocido como el lugar preferido de la familia real de Portugalia. Antes en este lugar se situaba una aldea de pescaderos, en el año 1755 sufrió mucho a causa de un terremoto y se tuvo que restaurar la mayoría de edificios. En el territorio de esta ciudad la vía férrea apareció muy temprano, fue instalada la electricidad y éste fue el impulso para el desarrollo. Hoy toda la zona costera está ocupada por playas maravillosas, la más grande se llama Güiño. Es un paraíso para los surferos, porque las olas aquí siempre son grandes y altas. Las playas Torre y Reberia no son menos populares. Es natural que la gran parte de hoteles, restaurantes, discotecas y bares se ubique en la zona playera, lo que permite hacer el reposo más variado y divertido. Para los aficionados a las entretenciones acuáticas y atracciones cada día está abierto el club marino. Si le aburre el reposo en una playa, puede dar una vuelta por las callejuelas acogedoras de la ciudad. Las viviendas son pequeñas y peculiares, embellecidas por unos balcones esculpidos y tejados antiguos - precisamente así son las casas construidas a principios del siglo. La curiosidad histórica más conocida es el fuerte, elevado en el siglo XVI. Hoy en este territorio abrieron un museo militar. La otra institución cultural es el museo municipal, donde están reunidas varias colecciones de hallazgos arqueológicos, obras artísticas y aquí mismo se dan conciertos de música clásica.
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