Sarajevo es una ciudad única, que logró en los años de posguerra conservar su estilo y la apariencia "oriental". En la ciudad, salpicada de muchas calles estrechas, uno puede encontrar un gran número de mezquitas y un pintoresco bazar antiguo turco. Sarajevo es adornado con tranvías de la ciudad que hacen su recorrido de vez en cuando, pequeños cafés y restaurantes, la mayoría de los cuales se ubican en la plaza comercial " Bar-charshia", donde además hay una gran cantidad de joyerías, tiendas de recuerdos y pequeñas confiterías. Además, la ciudad tiene dos plazas muy famosas - Ghazi-Khosrow Beg, que se conoce como un punto importante de la antigua Ruta de la Seda y la Plaza de la Paloma, donde efectivamente se puede encontrar bandadas de palomas. Después de la guerra civil en Sarajevo sobrevivieron algunos monumentos ortodoxos de la arquitectura - la catedral de la Virgen María, la antigua iglesia de los Santos Gabriel y Miguel, la Sinagoga Vieja (una de las tres sobrevivientes), que hoy en día alberga un Museo Judío, con el famoso "Código de la Hagadá, el Ayuntamiento, construido en el estilo mudéjar y la Catedral del siglo XVIII. En el conjunto arquitectónico de Sarajevo dominan edificios, conservados desde los tiempos del reinado de los Otomanos:
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