Las principales ciudades europeas mantienen sus posiciones a pesar de las restricciones de COVID-19

El turismo urbano siempre ha sido una parte importante de la economía europea. Durante años, las principales ciudades de la UE se beneficiaron del flujo constante de viajeros, pero la pandemia cambió el estilo de vida habitual de la región. Sin duda, 2020 no fue el mejor año para el turismo europeo ya que toda la industria estaba estancada. El impacto de COVID-19 es realmente terrible: según los datos proporcionados por ECM Benchmarking Report 2020-2021, la caída promedio en la industria fue del 60,9% en 2020. Un año antes, el turismo europeo registró un crecimiento del 4,3%.

Dicho esto, las tres principales ciudades europeas conservaron sus posiciones el año pasado. Los líderes, Londres, París y Berlín, todavía tenían el mayor número de noches de alojamiento vendidas en 2020. Los hoteles en Estocolmo y Hamburgo registraron resultados mucho mejores que los hoteles en otras ciudades europeas. Las industrias de la hostelería de estas dos ciudades fueron las menos afectadas por la pandemia, lo que provocó que Estocolmo y Hamburgo mejoraran significativamente sus clasificaciones. Estocolmo obtuvo el sexto lugar en 2020 (13o en 2019) y Hamburgo pasó del puesto 12 al 7.

Como era de esperar, los mercados de larga distancia, que tradicionalmente son muy importantes para Europa, registraron el mayor descenso debido a las restricciones de viaje. El flujo de turistas de China disminuyó en un 88,9%, de los Estados Unidos, en un 88,2%, y un 84,8% menos de turistas de Japón visitaron Europa en 2020. Si bien el turismo urbano contemporáneo fue una gran tendencia en 2019, la industria cambió significativamente el año pasado. Tanto las ciudades del Informe ECM como las naciones de la UE 28 registraron descensos en el número de pernoctaciones internacionales en un 77% y un 57,8% en consecuencia.

Las ciudades sufrieron más caídas que el resto de la región (-68,5% y -32,6% respectivamente) en términos de volumen total de noches de alojamiento. El crecimiento de la capacidad de camas también fue negativo en las ciudades mencionadas en el Informe ECM (-5,0%). La ocupación media de camas alcanzó solo el 21,3% en 2020. Como regla general, los meses más cálidos atrajeron a más viajeros a Europa, pero el año pasado la situación fue bastante diferente: el invierno fue la temporada más concurrida con un promedio de 1,67 noches por habitante.

Dado que el turismo tiene un gran impacto económico y social en la región, reconstruir el turismo en Europa lo antes posible es una alta prioridad política. La industria afecta a muchas familias y comunidades, personas que trabajan no solo en la hostelería sino también en las industrias del transporte, la alimentación y el comercio minorista. Esto significa que la recuperación del turismo contribuirá a la recuperación de la economía en muchos niveles.